Anaïs Anaïs Premier Délice vs L'Original
Anaïs Anaïs Premier Délice vs L'Original
En 1978, las chicas se enamoraban perdidamente de John Travolta, se decoloraban el cabello como Debbie Harry y se rebelaban escuchando a David Bowie a todo volumen. Fue el año en que se comenzó a comercializar el Walkman; un aparato que supuso toda una revolución en la manera de concebir la música. 143 niñas francesas nacieron con el nombre de Anaïs. Y, con ellas, también el perfume Anaïs Anaïs de Cacharel. Entre esos acordes de libertad y romanticismo con nombre de mujer.

Durante sus primeros cinco años de existencia, se vendieron 35 millones de frascos. Y es que, en el momento de su lanzamiento, Anaïs Anaïs se vendía a un precio un 30% inferior que la media del mercado de una calidad de perfume similar. ¿El resultado? Que la fragancia fuese más asequible a un público joven. El frasco blanco y opaco, inspirado en una botella de perfume antigua, también supuso una deliciosa novedad y refleja todavía hoy esa sensibilidad vintage a la vez perdurable y moderna de la que Cacharel fue una de las primeras abanderadas.
Otra bonita parte de la historia tiene que ver con cómo llego a la vida de todas estas soñadoras jóvenes Anaïs Anaïs de Cacharel. Según datos de la firma, un 61,5% de las mujeres que utilizó Anaïs Anaïs como su primera fragancia la recibió como regalo y como transmisión de una tradición femenina. Sin duda, dos maravillosas razones para enamorarse de su olor.
Pasaron los años. De 1982 a 1985, cuando Anaïs Anaïs se convirtió en el perfume más vendido del mundo, ya eran más de 6.000 las niñas llamadas así. Hoy, esta cifra ha crecido hasta las 100.000, de las que, curiosamente, 6.000 nacieron en 1994.
Estas jovencitas llamadas Anaïs son hijas de las mujeres que recibieron esta fragancia como su primer perfume allá por los años 70 y son igual de rebeldes pero, en lugar de un Walkman, llevan en sus bolsillos lo último en tecnología para poder comunicar su movimiento creativo, abierto, sin prejuicios, fan de lo vintage y expresivo de chicas mágicas como ellas: la #Girlstribu. La nueva versión de la fragancia, Premier Délice, enlaza con su dulce manera de vivir la vida igual que L'Original (el perfume inicial) lo hacía con la de sus madres y abuelas.
L'Original
Tierna, pura, sensual, romántica e inolvidable: así es Anaïs Anaïs L'Original. Y el lirio blanco su flor: enigmática y naturalmente poderosa. Paul Léger, el prestigioso nariz creador de fragancias para Firmenich en la época, fue el primero en proponer un ramo de flores blancas evocando la esencia de un lirio. Esta flor reunía todos los aspectos claves del proyecto: símbolo de juventud, nobleza, feminidad y eternidad...
Entonces surgió un inconveniente: ningún proceso industrial podía extraer su esencia. El perfumista tuvo que estudiarla cuidadosamente, pasar horas frente a ella para analizar todas sus facetas, colores y matices: su frescura, casi verde, olor crujiente similar al lirio del valle; su nota pimentada, casi pesada, entre la nota de clavo y vainilla; después el olor de la piel en el sol, de flores exóticas, donde la nota de jazmín se mezcla con notas animales.
Robert Gonnon, Raymond Chaillan y Roger Pellegrino contribuyeron para transformar la flor botánica de Paul Léger en una fragancia delicada y poderosa. Este blanco ramo destaca por contar con una frescura opulenta y cálida de un acorde de jacinto blanco y crujiente, contiene además madreselva enredada y termina con un radiante y caluroso jazmín. Y cuando el ritmo se acelera, cuando la imagen de cada flor es sobrepuesta una sobre otra, el aura sublime del mágico acorde de lirio aparece. Primero ofrece la ternura de sus pétalos blancos, después el secreto dorado de su polen y una nota marrón, animal casi pimentada.
Premier Délice
Irresistible, vibrante, azucarada, crujiente, fresca y alegremente romántica, Premier Délice habla el idioma de las chicas de hoy, de las #Girlstribu. Creada por Dora Baghriche y Olivier Cresp en Firmenich, Premier Délice es también creada alrededor de flores blancas pero acompañadas de otros colores. Propone una ráfaga cálida, una brisa delicada y un revoleteo de miles de mariposas impalpables alrededor de un exquisita mezcla de frutas.
Las más bellas peras están en ella: la lisa y fina pera Bartlett; la jugosa pera Comice; y la casi granulada pera Passe Crassane. Una gota de azúcar y una frescura helada añaden vivacidad a su pulpa blanca, un poco de acorde de vainilla los envuelve formando un caramelo. Profundamente dentro de la base, un toque de chocolate amargo añade un contraste y permanece en la piel con una combinación de musgos blancos.
Anaïs Anaïs L'Original VS Premier Délice: ¿con cuál te quedas? O tal vez no haya que escoger solo una...
Fotos: Cortesía de Cacharel